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Schimmele Schimmel en alemán significa moho, hongo, por lo que el nombre de la cerveza puede hacer referencia a que es una Pils sin filtrar, y por tanto tiene un resto de levadura en el fondo de la botella. Sin embargo, de la fábrica nos dicen que “Schimmel”, era en tiempos lejanos, la jarra de cobre de donde bebía el maestro cervecero. Aspecto: Cerveza muy pálida, casi transparente. Es una cerveza sin filtrar, por lo que puede apreciar cierta turbiedad si se agita. Muy buena cabeza de espuma blanca y compacta. 8 EBC Aroma y Sabor: Deliciosa cerveza, muy refrescante y sabrosa. Sabor a grano, a malta. Aroma ligero a lúpulo, con tonos herbales. Acabado más a malta y ligeramente seca. Cuerpo medio. Alcohol: 5% alcohol en volumen y 11ºPlato Ingredientes: Malta, lúpulos aromáticos, levadura y agua. Temperatura de consumo: 8ºC Estilo: Pils sin filtra Acompañamiento: Muy buena a solas, como aperitivo, ya que es muy sabrosa. Para acompañar platos de pescado. Otras cervezas de la fábrica: Elaboran varias cervezas de trigo, pils, export y de temporada. Fábrica La fábrica de cerveza Ruppaner tiene su fundación en 1795 y siempre ha estado en manos privadas. Y desde 1867 pertenece a la familia Ruppaner, que ya va por la séptima generación de cerveceros. Su origen se encuentra en la cervecería “Haus zur Zonne”, o “Al Sol” en la localidad de Constanza, cuando en 1795 adquiere su licencia para elaborar cerveza. Esa fue la primera piedra para construir una tradición cervecera que dura ya mas de 200 años. En 1872, la fábrica “Zur Sonne”es comprada por Karl Ruppaner, de Mengen, en la provincia de Hohenzollern. La familia Ruppaner ya estaba en el mundo de la cerveza desde 1650 en Mengen, donde eran propietarios de la taberna restaurante “Zum roten Ochsen”, o El Toro Rojo. En 1775, Andreas Ruppaner ya tenía su título de maestro cervecero. Su hijo Karl, también quiso dedicarse al negocio y para ello obtuvo su título de cervecero en la prestigiosa Academia Real de Weihensthephan, que hoy sigue siendo una de las escuelas de cerveza más prestigiosas del mundo, que cuenta además con una fábrica de cerveza. Con estos estudios y decidido a hacer buenas cervezas, compraron “Zur Sonne” en Constanza y llegaron a ser la primera marca de la ciudad. Hoy, Ruppaner, es la única fábrica que ha sobrevivido en la ciudad. Un paso muy importante se dio en 1909, cuando el hijo de Karl Ruppaner transladó la cervecería a su actual situación, al lado del lago Constanza, ya que el centro de la ciudad se había quedado pequeño para la elaboración de la cerveza y su maduración. La fábrica se encuentra en la ciudad de Constanza, a orillas del lago del mismo nombre, también conocido como Bodensee. Es una pequeña ciudad de unos 80.000 habitantes situada en un lugar fronterizo entre Alemania, Austria y Suiza. El lago hace de frontera con estos tres países. El encanto de Constanza se de be a que fue una de la pocas ciudades alemanas que no fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que su casco antiguo prácticamente no ha cambiado desde la Edad Media, lo que la convierte en un lugar muy turístico que atrae a muchos visitantes y donde muchos personas sobre todo de la cercana Stuttgart, poseen aquí una segunda residencia, a orillas de este lago, que es el mayor de Alemania, con una superficie de 537km2. www.ruppaner.de |
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